Isla de la Solidaridad

Publicado en por la mulatisima

El Día de África, el día 25 de mayo, se celebró de manera especial 17 países que en ese empobrecido continente obtuvieron la independencia hace 50 años por medio de diversos procesos de descolonización, y otros que por ese tiempo emprendieron la lucha definitiva por su liberación.

Ese histórico 1960, al siguiente año del triunfo de la Revolución Cubana, marcó un hito en la evolución y destino de esa región, que abrió una relación sin precedentes con la Mayor de las Antillas, basada en lazos de nuevo tipo devenidos paradigmas de hermandad.

El Día, declarado por fundarse el 25 de mayo de 1963 la Organización de la Unidad Africana, hoy Unión Africana, que agrupa a 53 Estados miembros, trasciende con mucho la recordación de una fecha.

En este otro lado del Atlántico, a donde los colonialistas enviaron como esclavos a miles de africanos que terminaron incorporados a las luchas por la Patria y dándole color y raíz propia a la cubanía, representa ocasión entrañable para continuar sumando esfuerzos a la emancipación de una región entrelazada para siempre a la historia nacional, personal y familiar de los cubanos.

Aún más para los que viven en la Isla de la Juventud, pequeño territorio del suroccidente cubano donde nació una página tan inmensa como inédita de solidaridad con los hijos de ese continente y a la vez que ajusta a las nuevas circunstancias, hoy florece por doquier y multiplica obras y sueños.

Como recordó Raúl Castro, "fue precisamente el Che quien en un intenso recorrido por numerosos países africanos y a través del contacto directo con las más relevantes, progresistas y revolucionarias figuras del Continente, apreció con su excepcional sensibilidad el fermento emancipador que se agitaba en la mayor parte de los estados que recién habían alcanzado su independencia y aún más en aquellos sometidos todavía al yugo colonial".

El 24 de abril de 1965 se inició esa epopeya en la que hasta el 25 de mayo de 1991, luego del regreso victorioso a la Patria, empuñaron sucesivamente el fusil 381 000 oficiales y soldados cubanos, según revelara Jorge Risquet Valdés, quien iba al frente de la columna que actuaría en el Congo ex francés, en apoyo a su gobierno progresista y colaborar con el MPLA en el Segundo Frente Guerrillero de Cabinda, y en la creación de fuerzas para el Primer Frente al norte de Luanda, además de abrir el Tercero en la frontera con Zambia, paralelamente a los guerrilleros comandados por el Che en impulso a la lucha de Patricio Lumumba en el Congo ex belga, mas, la falta de condiciones subjetivas hicieron zozobrar aquella fase inicial.

En el combate internacionalista ofrendaron su vida más de 2 400 de ellos, la mayor parte en tierras angolanas, donde finalmente y tras larga lucha por más de un cuarto de siglo de pueblos nativos, se rechazaron a los invasores sudafricanos, consolidó la independencia de Angola, se forzó la de Namibia y fueron derrotados el colonialismo y el régimen racista del apartheid en el cono sur africano, con lo cual se transforma la correlación de fuerzas.

Más de mil 750 combatientes de la entonces Isla de Pinos, en su mayoría jóvenes, cumplieron misión en la patria de Neto, Etiopía, Guinea Bissau, Mozambique, el Congo y Cabo Verde.

A 23 ascendió el número de pineros caídos en combate, desde aquellos primeros en los duros enfrentamientos del frente Sur en diciembre de 1975, sin imaginarse que poco más de un año después su ínsula se poblaría de escuelas en el campo que dieron cuidado, estudio y esperanza, entre otros muchos niños y jóvenes, a los refugiados namibios sobrevivientes de la masacre ocasionada en Cassinga por los racistas sudafricanos, en mayo de 1978.

A finales de 1977 llegan los primeros estudiantes africanos, pero no fue hasta el 78 que se generaliza la singular experiencia, justo en el año en que se proclama aquel 2 de agosto la Isla de la Juventud.

“… la esperanza flamea en los corazones, el trabajo, el estudio y la defensa convergen en la acción cotidiana, el espíritu internacionalista florece pródigamente en las escuelas pobladas de niños y adolescentes de Angola, Mozambique y Etiopía, con sus aulas abiertas a todos los niños y adolescentes del mundo”, afirmó Raúl Roa vicepresidente del Parlamento cubano en el acto donde se ofiicializó el cambio de nombre del territorio.

La idea fue calorizada de inmediato y al cabo de 10 años de experiencia solidaria acoge a más de 18 mil extranjeros, de 37 naciones, cuyos hijos egresaban luego como técnicos y universitarios.

En el año 1985, con la visita a Cuba del Presidente de Zimbabwe Robert Mugabe, ocurrió un cambio cualitativo en el diseño del plan de escuelas internacionalistas al firmar un convenio de colaboración para formar licenciados en Educación en las especialidades de Matemática, Física, Química, Biología y Geografía, que también incluían un currículo de asignaturas de humanidades.

Estos y demás programas de estudio para miles de estudiantes extranjeros, mayoritariamente africanos, propiciaban otras ventajas. En lugar de cursar Geografía o Historia cubanas, cubrían las necesidades de perfeccionamiento de la lengua oficial de sus países, junto con su propia geografía e historia, impartidas por profesores de sus nacionalidades, en otra muestra del respeto por su identidad.

“…veo en estas escuelas de la Isla de la Juventud un símbolo de los tiempos nuevos”, significó Fidel en octubre de 1985, una de sus frecuentes visitas al territorio, y subrayó a los estudiantes namibios de la Hendrick Witbooi su convencimiento de que “el internacionalismo es en las dos direcciones, de Cuba hacia el África y del África hacia Cuba y por encima de cualquier otra consideración somos hermanos en las ideas y en la sangre”.

Entre 1961 y 2007 se graduaron en Cuba no menos de 30 719 alumnos provenientes de 42 países del África subsahariana, 17 906 de ellos en niveles medios de enseñanza, y 12 813 en niveles de la educación superior; otros 5 850 africanos recibieron adiestramiento de especialistas cubanos, entre otras modalidades de la amplia cooperación, según el investigador David González López, de la Cátedra Amílcar Cabral de la Universidad de La Habana.

No resulta extraño encontrar en muchos países africanos, además, a dirigentes políticos, ministros, empresarios y otras figuras de importancia nacional e internacional, egresados de la nación caribeña, como el tanzano Salim Ahmed Salim, quien ocupó el cargo de Secretario General de la Organización para la Unidad Africana (OUA), o la embajadora namibia en Cuba: Claudia Grace Uushona.

”Vinimos como 600. Allí hice –dijo refiriéndose a la segunda ínsula cubana, también conocida desde entonces como de la Solidaridad– la secundaria y el preuniversitario. Luego estudié en la Universidad de Gambia y fui la primera mujer gobernadora en Namibia. Ahora me siento muy feliz de estar de nuevo en mi segundo país durante los tiempos más difíciles”, y se refiere agradecida a los varios programas de colaboración que en las áreas de salud, educación y deportes, entre otras, acordaron Cuba y Namibia cuando establecieron relaciones diplomáticas en marzo de 1990, el mismo día de la proclamación de la independencia de su país.

El programa de alfabetización Yo sí puedo, diseñado en Cuba, se aplica en varios países de África subsahariana, que optaron por este método que abarata los requerimientos de la campaña y hace asequible la erradicación del analfabetismo, incluso en naciones muy pobres y de altos índices de ese flagelo.

Los cubanos también contribuyeron a formar Facultades de Medicina en Gambia y Guinea Ecuatorial, y apoyan con profesores de esa rama a varios países, entre ellos Etiopía, Uganda y Sudáfrica.

Cuba mantiene relaciones diplomáticas con más de 50 países africanos y de cooperación con casi todos. Aunque el peso mayor está en salud y educación, la asistencia también abarca deportes, construcción, agricultura y planificación física, entre otras esferas.

No obstante los necesarios ajustes hechos a estos programas, su coherencia, ascenso y diversificación brillan con luz propia en el mundo hostil de hoy y la Isla de la Juventud mantiene encendido el símbolo de solidaridad en los africanos que prosiguen preparándose en la Universidad Pedagógica y en la escuela Amistad Cuba-República Árabe Saharauí Democrática.
Abdalaha Mahomed El Balal llegó con 15 años, se hizo Médico en Pinar del Río y mientras cumplía el servicio social en ese plantel, confiesa su “satisfacción por ser uno de los más del millar egresado de las universidades cubanas de en estos más 30 años…” y advierte: “mi júbilo no es completo porque mi patria no es totalmente libre, que es nuestro sueño más grande”.

“Por eso continuaremos la lucha en todas las trincheras no sólo por mi país, sino igualmente por un mundo mejor y defendiendo las causas justas como la de la excarcelación de los Cinco Héroes cubanos presos en EEUU o los esfuerzos del ALBA, Alianza de la cual nos sentimos parte, porque no es sólo cuestión geográfica, sino de hermandad, integración real en la misma lucha”.

Mientras lo escucho, mi memoria me alerta que el continente reúne a 22 de los 24 países más pobres del mundo y unos 300 millones de africanos pasan hambre por el saqueo y desigual distribución imperialista, pero son cada día más los que despiertan y unen, conscientes de que no están olvidados ni solos en esta otra guerra contra la pobreza, el saqueo, la ignorancia y demás formas de injusticia.

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H
Yo gusto mucho de Cuba porque Cuba es muy bonita y los pueblos de Cuba apollan los pueblos namibiano en sus lucha de libretad y de desarollar Namibia libre. Muchas gracias
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